Crédito de imagen: Rayos X: NASA / CXC / U.Mich. / S.Oey, IR: NASA / JPL, Óptico: ESO / WFI / 2.2-m. Zoom de John Williams / TerraZoom usando Zoomify
Cuando la NASA combina imágenes de diferentes telescopios, crean escenas deslumbrantes de maravilla celestial y en el proceso aprendemos algunas cosas más. Acércate a la escena usando la barra de herramientas en la parte inferior de la imagen. Haga clic en el botón más alejado a la derecha de la barra de herramientas para ver esta maravilla en pantalla completa. (Sugerencia: presione la tecla "Esc" para volver al trabajo)
El cúmulo estelar NGC 1929 contiene algunas de las estrellas más masivas conocidas por los astrónomos. Estas estrellas jóvenes y brillantes emiten radiación intensa y un viento estelar abrasador que sopla enormes burbujas en la nebulosa circundante. La intensa radiación también excita los átomos de hidrógeno y otros elementos en el gas haciendo que la nube brille. Los juveniles ruidosos también terminan su corta vida explotando como supernova, lo que ayuda a forjar cavidades en esta región. Oficialmente, toda la nebulosa se conoce como LHA 120-N 44, o simplemente N 44. La inmensa superburbuja mide 325 por 250 años luz de diámetro; casi cien veces la distancia entre el Sol y la estrella más cercana; Aproximadamente 4,3 años luz. A medida que explora la imagen, busque docenas de burbujas más pequeñas y el borde tenue de otra burbuja enorme en el lado izquierdo de la nebulosa. A lo largo de los bordes de la superburbuja, se están formando nuevas estrellas.
Esta escena destructiva es colorida y hermosa, pero no podríamos verla así con nuestros propios ojos. Los astrónomos combinaron la luz de varios telescopios; todos observando N44 en diferentes longitudes de onda de luz. Los rayos X del Observatorio de rayos X Chandra, en azul, revelan áreas calientes creadas por vientos y choques. Los datos infrarrojos del telescopio espacial Spitzer de la NASA, en rojo, muestran dónde reside el polvo frío y el gas más frío. La luz óptica del telescopio terrestre del Observatorio Europeo Austral en Chile (luz que podemos ver con nuestros ojos) esboza donde la radiación ultravioleta de las estrellas masivas hace que el gas brille.
N 44 y NGC 1929 se encuentran a unos 160,000 años luz de la Tierra en la Gran Nube de Magallanes, una galaxia compañera irregular enana de nuestra Vía Láctea.
Fuente: spitzer.caltech.edu